Nami se encuentra en un baño de agua termales cuando el malvado aparece repentinamente en el lugar. Ella, desnuda, indefensa y con sus grandes tetas, no le queda más que dejar que se las chupen salvajemente mientras sus gemidos inundan la zona. Seguidamente, y no deteniéndose por los gemidos y gritos de auxilio de Nami, el malvado sacará su gran polla y la obligará a que se la chupe de la forma más agresiva posible. Los amigos de Nami serán los voyeristas de oídas que estarán al tanto de cómo es follada por uno de los seres más despreciables de la saga.