Okame es un chico, que ha perdido su pareja por no ser un hombre exitoso, con algo de dinero y físicamente bien hecho. Este género en él un complejo de inferioridad terrible que lo arrojarían a una profunda depresión, donde no le sería fácil salir de ese cuadro mental porque se sentía víctima de la derrota.
Nunca considero verse en esa realidad a la que le teme todo ser humano, solo y en bancarrota. Afortunadamente, no siempre puede irnos mal, la vida sonríe y a él le tocaba probar en su juventud las mieles de oportunidades que vienen en bolsa y que si no las sabes aprovechar las desperdiciarás, es allí donde la historia toma calor.
Extrañamente, su vida se ve rodeada de interesantes y extraños acontecimientos, el decide hacer un test para ver si califica para labores de construcción, y justamente desde allí pasan situaciones impredecibles, porque nunca se podrá a prueba su inteligencia, sino que serán tomados en cuenta su rendimiento sexual.
Tal vez no lo creas, parece inverosímil, pero nuestro chico es asaltado, por un grupo nutrido de mujeres que tomaran sus turnos para provocarlo con todas las curvas de su cuerpo, y que aprovecharan todos sus descuidos para sorber la leche que se proviene de sus testículos, ya sea por sus partes sexuales, así como por su boca.
¿Quién no quisiera sacarse esta lotería? Pero este número no es para todos y nuestro afortunado chico se sacó el billete gordo de la lotería, y le sacaría el mejor provecho porque mientras otros sudan la gota gorda para ganar el sustento diario, este chaval usando su pene como única herramienta, a fuerza de placer se ganaría la vida como un profesional ¿Menuda suerte cierto? Más es bueno andar siempre con el ojo bien abierto para que las sorpresas no se vallan por desprevenido.
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