Ellos estaban haciendo entregas de volantes por toda la ciudad, la guarra se aburrió un poco de dar tantas vueltas y para matar su aburrimiento se coloco un vibrador en su hermosa panocha. Mientras seguían trabajando ella gozaba de placer con ese dispositivo vibrando a todo lo que da. Llego al orgasmo muchas veces y su chocha se podía muy mojada, con tanto cachondeo no pudieron aguantarlo mas y echaron su polvo en la furgoneta que termino con una eyaculación anal.