Tocándola en público mientras habla con la camarera

Hay una chica sentada con rostro incómodo, ella espera ser atendida por la camarera y mientras sucede su vagina está siendo explorada por alguien más, ella muerde sus manos para ahogar las ganas de gritar de gusto, mientras tanto la camarera extiende el menú y la joven lo toma, intentando actuar con cordura mientras los dedos del joven resbalan por su labios vaginales y clítoris.

Mientras ella escoge el menú, aquellos dedos penetran su interior y presionan sus labios internos, obteniendo espasmos que anuncian un orgasmo próximo y que tarde o temprano se hará realidad. Cuando la empleada se retirará, las caricias suben su intensidad y la joven de nuestra historia explota sobre las manos del chico, mojándola toda en sus jugos de placer.

Ella ha perdido toda cordura, no piensa con claridad y solo desea una cosa, ser penetrada ¡Ahora! Así que se monta sobre el caballero y allí mismo saca el pene empalmado del joven para conducirlo hasta la entrada de su vagina, ambos están excitados, pero, aun así, al joven le cuesta penetrar aquella estrecha vulva que poco cede ante la presión y el deseo, ayudado por la humedad vaginal.

Que magnifica escena, allí donde todos pueden verlos, está sucediendo un encuentro sexual muy discreto, el joven la penetra con fuerza y ella le ayuda dando fuertes sentadillas, ambos están al límite, pero deben conservar la apariencia para que los espasmos que recorren sus músculos sexuales no les hagan gritar.

Él tolera en silencio el placer, ella no, al llegar al clímax, grita con sus fuerzas liberando, felicidad y placer, el chico de inmediato pone su mano sobre la boca de ella para controlar su actitud, mientras él llena el interior de su útero con esperma caliente, fruto de un encuentro tan exquisito e improvisado, que estamos seguros será repetido en futuras cafeterías de la ciudad.