La dueña de la casa no tiene a su marido cerca. Él no le presta atención porque decide dedicarse única y exclusivamente a su trabajo. La sirvienta, es una mujer abiertamente lesbiana. La dueña de la casa, al percatarse de la situación, y no controlando sus impulsos sexuales (ya que también tiene tendencias lésbicas), se abalanza sobre ella para comenzar a besarla, masturbarla y comerle su pequeño coño. El marido llegará en plena faena, y a pesar de casi nunca tener tiempo para el sexo, se anima a follar con ambas tetonas para poder liberarse del estrés ocasionado por su actividad laboral.